El zurdo que busca dar el golde de efecto en el tenis de mesa

20 enero, 2017

Fotografía de: Ándres Ángel
Por: José Alejandro Calderón

Samuel Restrepo tiene 12 años y viene del municipio de El Retiro, participa en el Festival de Tenis de Mesa y es uno de los pocos jugadores zurdos en competencia. Practica ese deporte hace unos dos años y viene con la intención de ganar en su segunda participación en ese evento.

Se inició en el tenis de mesa impulsado por el progreso de su hermana mayor en ese deporte. Él asistía a los entrenamientos y la acompañaba en los torneos. Un día se acercó al coliseo donde ella practicaba y le pidió al entrenador que lo dejará jugar, fue recibido con un “bienvenido”. “Yo vi a mi hermana y vi que a ella le iba bien y yo buscaba un deporte en el que yo me pudiera acomodar, entonces encontré el tenis de mesa y me gustó mucho… Al hallar este deporte me encontré conmigo mismo, yo sabía que en ese deporte iba a triunfar”, cuenta Samuel.

Su forma de jugar es especial, no solo por ser zurdo, sino también por el material que utiliza en su raqueta: el caucho tiene un patrón rugoso que permite darle un efecto peculiar a bola. En la mesa se ve como Samuel “engaña” y hace amagues a sus rivales. “Yo, al ser zurdo, tengo mucha ventaja contra los derechos porque los puedo enredar”, cuenta él. Además afirma que el caucho que utiliza le imprime un efecto a la bola que dificulta que esta ascienda y pase por encima de la malla cuando es impactada por el oponente.

Por otro lado Santiago Buitrago, su entrenador, explica que para un diestro es incómodo enfrentar a un jugador de perfil el izquierdo, porque es como si la mesa estuviera al revés y añade que por lo general los zurdos son muy habilidosos y Samuel no es la excepción.

El zurdo de El Retiro es un jugador emocional, celebra cada punto con fervor, empuña sus manos y grita, ¡bien!, ¡vamos! A veces tanta intensidad juega en su contra. Se desconcentra, siente frustración y pierde el enfoque, pero reconoce que todo eso hace parte de su aprendizaje: “Yo siento alegría, porque sé que puedo ganar o perder, pero con la derrota aprendo más y puedo llegar a la victoria”, concluye.