Desde Taganga, Magdalena, Darlin Natalia López Rueda juega cada partido con pasión y determinación, mostrando en el Festival de Festivales que el fútbol es más que un deporte: es su refugio, su sueño y una forma de honrar el esfuerzo de su madre.
Foto: Manuel ‘Chino’ Quintero
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
Con apenas 13 años, Darlin Natalia López Rueda representa a Taganga, la tierra de pescadores, en el Babyfútbol Colanta. Originaria de Ciénaga, Magdalena, confesó entre lágrimas que el fútbol es su mayor sueño. Para ella, cada partido es una oportunidad de hacer feliz a su entrenador, a su equipo y, especialmente, de honrar el esfuerzo incansable de su madre, Lia Milena Rueda Camacho, quien ha sido su mayor apoyo en el camino.
Darlin menciona que lo más difícil en su vida ha sido no poder participar en algunos torneos y viajes con su equipo por la falta de apoyo de su padre. Hoy, su mamá trabaja lejos de la cancha, y aunque Darlin anhela verla en la tribuna, su esfuerzo diario la impulsa a brillar dentro del campo. Cada jugada, cada pase y cada gol que realiza son un tributo al sacrificio de su madre, quien le ha dado la oportunidad de perseguir sus sueños.
Con su talento y dedicación, Darlin llegó al equipo de Taganga, destacándose no solo por su habilidad, sino también por su fortaleza emocional y su espíritu de equipo. Lo que más le gusta del fútbol es la posibilidad de construir una unión fuerte con sus compañeras, siempre buscando jugar bien y apoyarlas, sin que ninguna se sienta mal.
Darlin Natalia López no solo juega al fútbol; lo vive. En cada paso que da en la cancha, demuestra que los sueños son más fuertes que las adversidades, y que con esfuerzo, talento y el amor incondicional de una madre, no hay meta inalcanzable.
