En el Babyfútbol Colanta, el '7' de Atl. Ibagué brilla como un faro de esperanza y sueños, llevando consigo un legado familiar y la promesa de transformar su historia a través del fútbol y del Festival.
Foto: Dairo Andrés Pérez Pabón
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
Daniel Santiago Lozada Durán, con tan solo 13 años, juega al fútbol como si su corazón latiera al ritmo del balón. Representando al Club Atlético Ibagué en el Festival de Festivales, lleva consigo no solo los colores de su equipo, sino también el legado de su padre, quien alguna vez vistió la camiseta de la Selección Tolima. Desde que aprendió a caminar, el fútbol ha sido su brújula, guiándolo hacia un sueño que hoy comienza a materializarse en el Babyfútbol Colanta.
Para Daniel, el camino al éxito ha sido como una carrera de fondo: lleno de retos, disciplina y momentos claves que lo han impulsado a crecer. Cada paso en este Festival es una victoria que lo acerca a su meta. El Babyfútbol es para él una “fiesta de ilusiones”, un escenario donde su pasión puede brillar tanto como las estrellas en el cielo de Ibagué. Inspirado por Cristiano Ronaldo, cuyo dorsal lleva como un emblema (7), sueña con jugar en el Real Madrid y dejar su nombre grabado en la historia del fútbol.
Pero este extremo no solo piensa en goles y trofeos; su mayor anhelo es devolverle a sus padres el sacrificio que han hecho por él. Prometió construirles una casa, un refugio que represente el fruto de sus esfuerzos y la fortaleza de su unión familiar. Como una semilla que germina en medio de la adversidad, Daniel se ha convertido en el ejemplo de que los sueños no tienen límites cuando se riegan con dedicación y amor.
Daniel no juega solo para ganar; juega para inspirar, para demostrar que cada golpe a la pecosa puede ser el eco de una vida que se eleva por encima de las barreras. En cada partido, en cada pase y en cada gol, deja claro que en el fútbol, como en la vida, las verdaderas estrellas nacen en los momentos más oscuros.
