Foto: Diego Vega
Por: Diego Vega
Con un grito de fortaleza inició su combate. Conoce bien lo que su sonido de guerra representa en el rival y la fortaleza que le brinda a su mente. Desde su primera pelea salió enfocada y con la mira bien puesta en la cabeza de su contrincante. Patadas circulares, patadas de adentro hacia afuera y afuera hacia adentro, todas llevaban el mismo destino, los 3 y 5 puntos que dan la cabeza. Celeste Múnera mostró todo su repertorio, trabajo y disciplina a todos los espectadores del Festival de Festivales, quienes desde que lanzó el primer golpe, vieron el potencial que había.
Tiene 10 años y desde hace 3 entrena en La Estrella, donde se encuentra su club. Por su talento llegó a entrenar en la Liga de Antioquia, pero como sus horarios no coincidían con los entrenos, tuvo que dedicarse a entrenar solo en su municipio. El taekwondo le ha enseñado disciplina para dejar la pereza a un lado y le ha dado fortaleza mental para superar los obstáculos que se le han presentado.
Con mucha atención escucha a su profesor, quien le mueve las manos explicándole que patadas o movimientos debe hacer. Confía mucho en él, ya que sabe que su proceso deportivo se lo debe a él y los demás profes con los que ha entrenado. La exigencia que le piden y el amor con el que le han enseñado, han hecho que sueñe con estar en la Selección Antioquia y luego en Selección Colombia.
Recibe los consejos de su esquina y en el tablero de puntuación se notó. Victoria abultada que la acercó a la medalla que buscaba desde el Babytaekwondo del 2024, donde no logró estar en el podio, pero aprendió mucho para mejorar en esta edición y ser la nueva campeona. Conocía que debía mejorar en muchos aspectos, por eso entrenó y vio a su taekwondista favorita, la española medallista olímpica: Adriana Cerezo, a la que le busca aprender su tranquilidad y soltura con la que compite.
Su final es una réplica de los combates anteriores donde no solo resaltó su puntería sino también su solidaridad y compañerismo. Fue a su esquina y realizó su respectivo saludo, para luego dirigirse a abrazar a su compañera y darle palabras de aliento. Sabe que es un deporte de combate, pero que al final son 2 seres humanos los que están tras la protección. Por eso le gusta inspirar a los contrincantes y les da motivación para que sigan entrenando y que cada día sean su mejor versión.