El prodigio vallenato que deslumbró en la Marte Uno

Foto: Dairo Pérez Pabón

Por: Dairo Pérez Pabón

Desde las cálidas tierras de Valledupar, un joven con sueños gigantes empezó a trazar su camino en el fútbol. Juan David Valencia Largacha, quien viste la camiseta #11 del equipo Golpro de Cali, demuestra en cada partido que el talento no tiene fronteras. A los 10 años, fue descubierto por los entrenadores de Golpro, quienes vieron en él la magia y el desparpajo necesarios para brillar. Hoy, con 12 años, su nombre resuena en la legendaria Marte Uno, el escenario de los sueños. 

Su amor por el fútbol nació cuando apenas tenía 4 años, viendo a sus amigos jugar en las calles. Inspirado por ellos, tomó el balón y no lo soltó más. Desde que llegó a Golpro, su crecimiento ha sido imparable, destacándose por su técnica impecable, su rapidez y su creatividad en el campo. “El fútbol es mi vida”, asegura Juan David, quien en estas finales ha demostrado que su talento está a la altura de los mejores. 

Con Neymar como su ídolo mundial y Juan Fernando Quintero como referente nacional, sueña con debutar en el América de Cali y, desde allí, abrirse camino en los mejores equipos del mundo. “Luchen por sus sueños, no se detengan por lo que digan los demás. Si creen en ustedes mismos, pueden lograrlo todo”, afirma, dejando un mensaje inspirador para otros jóvenes. 

En cada jugada sobre la Marte Uno, Juan David no solo deja su talento, sino también su corazón. Su historia apenas comienza, pero ya se perfila como un ejemplo de cómo el esfuerzo y la pasión pueden convertir a un niño vallenato en una promesa del fútbol.