Fotografía: Daniela Paniagua Jiménez
Por: Daniela Paniagua Jiménez
Ese es el mensaje de Lina María Sepúlveda para los niños y niñas del Festival de Festivales, madre de Laura Muñoz Sepúlveda, una de las jugadoras más pequeñas de tenis de mesa con apenas cinco años de edad.
La deportista nació el 22 de julio de 2016, con talento y una actitud que llama la atención desde la entrada al coliseo Rodrigo Pérez Castro. La niña compite en la categoría sub 11, salta en cada set y, aunque no entiende muy bien por qué los demás la aplauden a su alrededor, sonríe y sigue jugando concentrada.
“Laura tiene la actitud, las capacidades coordinativas y sus padres la apoyan”, afirmó Juan Jiménez Pérez, director técnico del Club de Tenis de Mesa de Rionegro, quien sabe muy bien que quienes nutren el proceso del deportista son la familia y el entrenador.
La edad nunca ha sido un impedimento para el deporte, y Laura lo sabe muy bien. Aunque las palabras no son lo suyo, la raqueta habla por ella, además de llevarse todas las miradas, pues en sus ojos se ve el brillo del amor genuino, algo que declara su mamá desde las tribunas. “El amor de un niño es genuino. Ellos aman y ya”, expresó Lina orgullosa, tras varios puntos ganados ante otras deportistas más grandes y altas que su hija.
En abril, Laura cumplirá un año jugando tenis de mesa, pero el honor de jugar un Festival Baby Tenis de Mesa ya lo tendrá en su historial, un hito que permanecerá aunque sigan pasando los años y ella se decida por practicar natación, atletismo o cualquier otro deporte que le salve la vida.