Nunca lo había escuchado, no sabía de su existencia, pero cuando lanzó su primera flecha, el tiro con arco se volvió en su amor. Las flechas lanzadas por un arco conectaron en su vida en el Festival de Festivales.
Foto: Diego Vega
Por: Diego Vega
Pausa. Mira al cielo y cierra los ojos. Respira se concentra y boom, sus párpados se abren. Su mirada se ve diferente, es Artemisa presenciando su presa, el 10 que se marca en la diana. Con tranquilidad pone la flecha en su arco, templa la cuerda hasta que llegue a su rostro y con la rapidez de un parpadeo su flecha llega a su botín. Baja con tranquilidad su arco y se prepara para volver a su cacería en el Festival de Festivales.
Artemisa es la diosa de la caza en la mitología griega y es el nombre que Valentina Múnera Agudelo le colocó a su arco al escuchar sobre ella en sus clases de sociales. Agarra otra flecha. Cierra los ojos para tranquilizarse, sabe que está en su terreno y sabe lo que tiene que hacer, enfoca y vuelven los ojos de cazadora.
Valentina conoció el tiro con arco hace 3 años, luego de llegar tarde a las inscripciones de tenis en su municipio, El Retiro. No podía quedarse sin practicar un deporte y el destino le puso las flechas y las dianas en su camino. En un corto tiempo las medallas aparecieron en su cuello y al ver el amor que le estaba cogiendo al deporte se metió de lleno, comprando de a poco sus implementos con la ayuda de sus padres y su emprendimiento.
Acaba la ronda y se dirige a contar su puntuación, se agarra aquel pesquero rosado que la caracteriza, uno de sus amuletos. Se lo regaló su papá y al verlo supo que sería su marca personal en las competencias. El gorro tiene un gancho y unos dijes plateados en forma de cangrejo y conchas cuelgan de él; cada vez que los ve, le recuerdan al mar, a sus primeros pasos en la arena y sus primeras brazadas en el agua salada. A un lado del gancho está la firma de la arquera Valentina Acosta, una referente para ella en el deporte, un modelo a seguir para poder encontrar su camino y ser algo mejor de lo que ya es.
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Antioquia. Contenta va, se sienta con su entrenador y mientras hablan agarra un peluche verde, un amigurumi que lleva a todos lados, Greene Slime lo llama. Es su otro amuleto porque se dice que estos objetos son almas que protegen a sus dueños cuando más lo necesitan. Ella misma lo tejió, sabe que su habilidad no es solamente con el arco, que con las pinzas de crochet puede hacer maravillas y por eso aprovecha este hobbie para emprender y obtener recursos con los que pueda comprar sus implementos deportivos.
Valentina busca no solo ser una gran arquera de Colombia, sino que busca día a día ser la mejor versión de ella misma, superando a su yo pasado. Ahora, junto con Artemisa, competirá por la medalla de oro en esta tercera edición del Babytiro con Arco del Festival de Festivales.
