En el campo la pesadilla de Cristina Hernández, defensa central del representativo de Caucasia, son los balones en el aire porque todavía no aprende a controlarlos; si se anticipa la pelota la sobrepasa, y si espera ésta le pica en el piso, por eso hace todo lo posible para que estas jugadas no sean muy frecuentes durante el partido.
Esta es la segunda eliminatoria de Cristina, quien hoy se desempeña como capitana, responsabilidad que le ha gustado porque le permite guiar a sus compañeras para lograr mejores resultados.
Al igual que su hermana, comenzó a practicar fútbol desde 2015 con mucha disciplina y responsabilidad, cualidades que les ha permitido representar al municipio en diferentes eventos como los juegos nacionales intercolegiados y el Festival Ponyfútbol Femenino.