Desde el barrio Serranía de Apartadó llega José Alejandro Ballesteros combinando fe, talento y determinación al Festival de Festivales. Con esfuerzo y claridad en sus pases quiere guiar a Urabá Somos Todos a la final del Babyfútbol Sala.
Foto: Paulina Betancur
Por: Liseth Camila Durango
Las vuvuzelas resonaban con fuerza, las banderas se agitaban en las gradas y los familiares se desgarraban la voz alentando sin descanso a sus equipos: Real Bucaramanga y Urabá Somos Todos. En medio de esta euforia, José Alejandro Ballesteros, de 13 años, con su mirada concentrada, realizó 2 pases precisos que pusieron a las gradas a celebrar con un grito de gol en la jornada del Babyfútbol Sala.
Con una bendición y orando para una nueva victoria, el oriundo de Apartadó inicia cada uno de sus partidos. Su fe y esfuerzo son los mejores aliados para él, quien comenzó a jugar fútbol a los 5 años, motivado por su padre, Jhon Stiven Robledo, quien lo llevaba a las canchas, y por sus tíos, de quienes recibe constantes mensajes de aliento: “Me dicen que le siga metiendo duro, que va a llegar el momento”, comentó José.
Hoy, alegre, humilde y soñador, se destaca por su técnica y visión de juego en el Festival de Festivales 2025. Tiene metas claras: comprarle una casa a su mamá, Adis Ávila, y convertirse en un futbolista profesional como sus tíos Camilo Mena, jugador del Lechia Gdańsk, en Polonia; y Javier Mena, actual futbolista del Pereira, con quienes compartía la cancha de fútbol hace algunos años.
Al final del partido, hincado en el centro del campo y orando para dar gracias a Dios por la victoria, José se despidió de la cancha con alegría, disfrutando del pase a los cuartos de final del Babyfútbol Sala Gatorade con su equipo Urabá Somos Todos. Feliz también reconoce lo importante que es para él estar en el Festival de Festivales por primera vez: “Para todo niño deportista en Colombia es un sueño venir al Baby”.
