Fotografía: Santiago Mejía Álvarez
Por: Santiago Mejía Álvarez
El sueño de Ximena Montoya era jugar un torneo en algún evento organizado por la Corporación Deportiva Los Paisitas, anhelo que consiguió jugando para el Inder Medellín.
En la mañana nublada del martes 11 de enero, la deportista debutó en el Baby Fútbol de Salón Comfenalco Antioquia. En su pecho se encontraba un collar con un cuarzo, obsequiado por su madre. Este “amuleto”, como es definido por la futbolista, representa la unión con su madre.
Catalina Montoya, su progenitora, manifestó que no aceptaba que su hija practicará este deporte, debido a que, según ella, era una actividad para hombres. Pero, el amor que su hija demostró por este deporte, las ganas y la constancia, logró que su madre se sintiera como una más del equipo, animando y celebrando cada jugada en la que su hija es la protagonista.
Ximena se pone sentimental cuando se le pregunta por su futuro, pues su vida se divide en dos amores: por un lado está el fútbol de salón, y por el otro la biología marina, profesión que estudiará cuando se gradué del colegio. Por ahora, solo piensa en el día a día, teniendo como objetivo coronarse campeona en las instalaciones deportivas del Comfenalco de Guayabal y, con esto, demostrarle a su madre que el amuleto era necesario para lograrlo.