Matías es un apasionado por lo extremo y eso lo demuestra en el Festival de Festivales. Sabe las consecuencias de un mal movimiento o de que la suerte no esté de su lado, por eso tiene su cabeza preparada para levantarse con fortaleza de cualquier caída.
Foto: Juan Manuel Yepes
Por: Diego Vega
Una cicla dorada con las llantas hacia arriba se encuentra lista para el ruedo. Bajo la sombra del sol de la Eterna Primavera se encontraba Matías Santos Pineda esperando el momento de competir. A su lado estaba su abuelo, quien con su silla plegable no se buscaba perderse ni una sola manga de su nieto. Era la primera vez que lo veía en una competencia tan importante, como lo es el Babybmx, y sabía que su simple presencia le daría ánimos para dar lo mejor de si mismo.
Desde pequeño a Matías siempre le gustó la adrenalina. Recuerda que lo regañaban mucho porque picaba su cicla en la cuadra donde vive en Copacabana. Le gustaba la sensación de estar a una sola rueda mientras iba en la calle. Sin embargo, a su mamá le daba miedo que de las bicicletas porque se podía caer y le podía pasar algo malo, por eso inició practicando fútbol. No se sentía conforme con ese deporte y fue a los 8 años que vio competir en los Juegos Olímpicos a Mariana Pajón y Diego Arboleda, que se dio cuenta que era lo que en realidad quería practicar.
Su padre, quien también practicó BMX, lo llevó a entrenar para ver si a Matías si le gustaba la velocidad, las curvas y las caídas. Al poco tiempo se dio cuenta que su hijo estaba feliz y su mamá, quien ahora agradece que su hijo encontrara este deporte, aceptó su elección. Su primera bici era sencilla, le tocaba pedalear mucho más duro para coger velocidad, pero esto le sirvió para obtener fuerza y ser más explosivo con las que tuvo después.
A lo largo de las mangas, se le veía la seguridad en sus arranques, sabía que al llegar al primer peralte debía estar entre los primero para lograr tomar la curva cerrada y encaminarse a la victoria. Así fue, eso le ayudó a tener uno de los mejores tiempos y participar en la final del primer día del Babybmx. Sin embargo, una caía en la final no le permitió quedar entre los primeros, pero le ayudó a demostrar su fortaleza mental al pararse y terminar la carrera con tranquilidad.
Con 12 años tiene claro sus objetivos a largo plazo “quiero tener 5 medallas olímpicas”, comentó con seguridad. Sabe que debe prepararse físicamente, pero conoce muy bien que todo está en la mente, que lo que piense su cerebro lo hará su cuerpo, por esto busca prepararse mental y espiritualmente para lograr su meta y enfrentar la vida. Mejor dicho, el Festival de Festivales en algunos años podrá alardear de este campeón.
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