Foto: Wilson Valencia
Por: Liseth Camila Durango
Desde pequeña, Wileximar Stephania Montes sabía que el ballet no era lo suyo. Aunque se movía con gracia en el salón de danza, en su corazón siempre estuvo otra pasión. A los 14 años, esta joven oriunda de La Victoria, en el estado de Aragua, Venezuela, desea repetir título en el Festival de Festivales, pero en esta ocasión desea conquistar el Babyfútbol Sala en el Tulio Ospina como lo hizo en el 2024 en el Babyfútbol Colanta.
Un relevé, un plié o battement tendu nunca fue tan divertido como patear la pelota de fútbol de su abuela en casa, y al llegar a Colombia, un país donde el balompié es más que un deporte, es cultura, comenzó a inspirarse viendo partidos por televisión. “Escuchaba a la gente hablar del América, el Cali, el Nacional… Esa pasión que transmitían me motivó a querer practicar fútbol y sentir lo mismo”, contó.
Hace 3 años, en el barrio Belén, de Cali, empezó a practicar fútbol, pero el camino no fue fácil. En su barrio sólo había escuela para hombres, pero su curiosidad y determinación fueron más fuertes. “Tenía que pararme muy duro, porque esos niños eran 2009, más grandes que yo. Pero me hice un lugar, demostré que podía competir con ellos y dar lo mejor de mí”, recordó.
Para su entrenadora y futbolista Carolina Pineda, ella tiene mucha alegría y ve lo positivo en todo. “No se deja afligir. Ella supera todo, no parece que pasara sufrimiento o dolor, es una cosa increíble”, mencionó.
El cambio del ballet al fútbol no solo la hizo sentirse plena, sino que también le enseñó disciplina y determinación. Con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su padre Julio Montes, quien a veces deja su trabajo para llevarla a los entrenamientos con Atlas, de Cali, encontró su verdadera pasión por el deporte. Hoy, la futbolista se inspira en referentes como su compatriota Deyna Castellanos y, con su optimismo característico, guía como capitana con la mejor energía hacia la victoria.