El apoyo incondicional de Thaliana en el Festival

Foto Melissa Gualdrón Cañizares

Por Melissa Gualdrón Cañizares

Thaliana llegó con Salomón Urzola, su papá, y Aniris Lozano, su mamá, a la octava edición del Babytenis de campo del Festival de Festivales. Desde Sincelejo, Sucre, la familia viajó a Medellín para perseguir un sueño en común: que la tenista consiga el primer puesto del podio.

Salomón cuenta que desde hace cinco años lleva a su hija a entrenar en una cancha de fútbol que adaptan para los tenistas del municipio. Dice que él intenta darle lo mejor a pesar de no contar con grandes recursos económicos: “trabajamos con los pies descalzos, estos torneos suelen implicar mucho dinero y para nosotros es difícil, debemos prepararnos todo un año para poder llevarla a competir. Yo sé que mi hija puede llegar muy lejos, pero a veces los recursos nos frenan, no poder tenerle unos buenos zapatos o una buena raqueta son cosas que nos dan duro”.

Los papás de Thaliana no pueden contener las lágrimas al verla compitiendo en el Complejo Tenístico Carlos J. Echavarría. Sienten que todo el esfuerzo que hacen vale la pena con tal de ver esa infaltable sonrisa en el rostro de su hija cada vez que sale a la cancha. La tenista, de 10 años de edad, llegó a las semifinales del Babytenis de campo Inder Medellín, y aunque no logró la medalla de oro, siente que dio lo mejor en el partido. Dice que para ella es muy valioso contar con la presencia de sus papás y que eso la motiva a no rendirse ante las dificultades.

La importancia del apoyo a los pequeños deportistas es algo que la familia Urzola Lozano tiene claro. A donde sea que Thaliana vaya, sus papás la acompañan, dicen que ella está demostrando que sin importar la situación económica se puede salir adelante, que no necesariamente son los mejor equipados los que tienen que ganar y que el esfuerzo siempre vale la pena.