El pequeño gigante de Fortaleza CEIF se llama Luis Alejandro Molina Bocanegra, quien con 12 años se adueñó de la banda derecha. Jugar con pasión sin dejarse vencer por los rivales que lo aventajan en estatura es su virtud, un amor que desde niño lo impulsó a recorrer el camino futbolístico, el cual hace que se desborde su entusiasmo cada vez que toca un balón y defiende a su equipo.
Su padre, Luis Alejandro Molina Arango, quien hizo parte del equipo profesional de Santa Fe en el período 2005-2006, dice sentirse orgulloso de su hijo por seguir la pasión familiar. Por tanto, siempre le aconseja “que se divierta jugando a la pelota, le explico que ya que no tiene talla sepa utilizar su cuerpo, sepa abrir los brazos, proteger la pelota”.
“Lucho”, como es llamado por sus compañeros, tiene presente que participar en el Babyfútbol es un gran reto: “Me siento presionado, pero yo le doy con todo y no le hago caso a lo que me gritan desde la tribuna”… y el no concentrarse en eso le permite desenvolverse en el terreno de juego con las condiciones futbolísticas que cuenta como lo son táctica, control dirigido, buen cabeceo y control de pecho.
Faltando mucho camino por recorrer tiene claro que quiere su destino en el fútbol y que con esfuerzo y dedicación va poder vivir de este deporte que se ha convertido en su gran amor.