El gigante en su debut del Babyfútbol de salón
14 enero, 2024Aceptando que la derrota hace parte del deporte, el Barcelona FS Turbo dejó la vida en la cancha y se ganó el corazón de la gente
Aceptando que la derrota hace parte del deporte, el Barcelona FS Turbo dejó la vida en la cancha y se ganó el corazón de la gente
Foto: Paulina Betancur
Por: Sebastián Arboleda Rodríguez
La inexperiencia, en la mayoría de casos, siempre juega en contra para los equipos. No obstante, este no es el caso para Barcelona FS Turbo, club proveniente del Urabá antioqueño que hizo su debut en el Babyfútbol de salón Comfenalco en la presente edición, mismo certamen en el que se ganaron el corazón y el apoyo de todos los aficionados presentes durante la competencia en el Parque Comfenalco Guayabal, además de conseguir un meritorio subcampeonato.
El principal artífice del éxito de Turbo es Oscar Darío Palacios, el entrenador principal, quien se encargó de reunir un equipo de guerreros para batallar en Medellín. Pese a los nervios generados por el debut y la diferencia de estatura con la mayoría de clubes, los jugadores se encargaron de mitigar todas las dudas, construyendo un equipo sólido y fuerte, un quinteto de respeto.
Jugadores como Juan Amaya, Emmanuel Cabrera, Alejandro Marrugo, Breiner Páez, Juan Nagles y su capitán, Daniel Caicedo, fueron los que le dieron forma a un proyecto ambicioso proveniente de la zona costera antioqueña. El club fue avanzando a paso seguro cada fase, consolidando su idea de juego y generando buenas sensaciones, dejando por el camino a grandes equipos como Itagüí, Tuluá y Romsefour Casanare. La garra turbeña los hizo volar hasta la final del certamen, disputando juegos todos los días del calendario.
La final fue solo una evidencia más de la resiliencia y la lucha hasta el final que demostró el equipo durante todo el torneo. Estuvieron durante tres periodos debajo del marcador con un 3-0. Sin embargo, los muchachos nunca se dejaron intimidar. Con el corazón en la mano, pusieron el partido 3-2, a un solo gol de forzar la tanda de penales, la cual no fue posible gracias a la majestuosa exhibición del guardameta contrario. Las lágrimas de dolor de los niños solo serán combustible para el futuro, ya que con su coraje y determinación podrán lograr en sus vidas todo lo que se tracen.