El legado de Teresita en el balonmano que transforma vidas

15 enero, 2025

La profe Teresita, quien es una gomosa por el balonmano, vive el sueño de ver esta disciplina el Festival de Festivales.

Foto: Emmanuel Rivera

Por: Emmanuel Rivera

Teresa Gallo, entrenadora antioqueña, es una de las pioneras en la práctica del balonmano en el departamento de Antioquia. Durante sus estudios de la tecnología en Entrenamiento Deportivo, en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, descubrió esta disciplina como una alternativa en las actividades deportivas que le enseñaban en su carrera. Fue entonces cuando el balonmano llenó su corazón, no solo como practicante, sino también como una apasionada entrenadora.

Con su carisma, alegría y dedicación, Teresa ha trabajado incansablemente para desarrollar y potenciar el balonmano en el departamento. Su trayectoria ha transformado vidas en diferentes comunas de Medellín, llevando el deporte a lugares donde se ha convertido en una herramienta de cambio social.

Siempre recuerda con cariño a Margarita Martínez, su compañera y amiga en los inicios del balonmano, y quien la acompañó en el desafío de ser una de las primeras mujeres entrenadoras en Colombia. Hoy, desde su rol de entrenadora, Teresita sueña con ver al balonmano consolidando el ciclo olímpico con su llegada al Festival de Festivales.

Considerada una leyenda viviente del balonmano, esta entrenadora encuentra su mayor satisfacción en ver a sus deportistas convertirse en grandes seres humanos. Más allá de los resultados deportivos, su verdadera recompensa es el legado que deja en cada vida que toca. Para ella, el balonmano es más que un deporte; es una herramienta para formar profesionales y líderes que sigan escribiendo la historia del balonmano en Colombia.

En su labor, Teresa no solo enseña el deporte, sino que también inspira a los más jóvenes a vivirlo con pasión. Antes del partido de exhibición, que se disputó el 15 de enero, en el Festival de Festivales se llenó de emoción al ver cómo la integrante más pequeña de su grupo, de solo 6 años, y el mayor, de 14, lideraban el calentamiento previo. Este simple acto reflejó el impacto de su enseñanza y cómo ha trascendido más allá de los resultados deportivos para dejar un legado invaluable en el corazón de sus atletas.