Por: Sara Isabel Chacón Arroyave
Por los corredores del coliseo menor Rodrigo Pérez Castro pasa Emanuel Otálvaro vendiendo dulces a los espectadores junto a su amigo fiel, Juan Alberto Garzón, a quien sus compañeros le dicen “Titi” porque se parece a un muñeco.
Gomitas o chicles son productos que venden por $100 y $200 con el fin de costearse sus implementos deportivos, ayudar a su equipo Rionegro en los viajes y ahorrar para los gastos de los Nacionales donde participa Emanuel.
La idea de negocio surgió gracias a Federico, hermano mayor de Emanuel, quien también vendía dulces para cubrir sus necesidades deportivas. “Un día le dije a mi mamá que quería vender dulces como mi hermanito, ella me los compró y empezamos a vender en nuestros entrenamientos y en partidos en los que participábamos”, mencionó Emanuel.
Por las ganancias no se preocupan: “él me da lo que quiera, si es mucho o poquito no importa” comenta Juan Alberto, quien siempre está dispuesto a recorrer los pasillos del coliseo menor ayudando a vender dulces con su mejor amigo, con quien entrena hace 3 años.