Por Mónica Ospina Gómez
De las tres juezas que conformaron la terna en el partido inaugural del Clasificatorio Femenino del Festival Ponyfútbol en el municipio de Sabaneta, Andrea Chavarría fue la primera en llegar a la Escuela para formarse como árbitro, recuerda que comenzó en 2005, mientras que sus otras dos compañeras, Luz Mery Gamboa y Eliana Ortiz llegaron un año después.
Aunque ni Andrea, Luz Mery o Eliana se han sentido fuera de lugar por ser mujeres en un deporte generalmente juzgado por hombres, si comentan que ha sido un proceso de mucha paciencia, disciplina y trabajo duro, pues referentes como María Edilma García, única juez FIFA de Colombia, se encargaron de abrir puertas importantes.
Luz Mery se interesó en el arbitraje porque su profesor de Educación Física en la I.E. Fe y Alegría de Santo Domingo, Alexis Gutiérrez, la motivó a hacer el curso, ella recalca que sin importar si es hombre o mujer lo más importante para alguien que quiera ser árbitro es tener gusto por el fútbol, pues de lo contrario será un proceso cada más complicado.
De otro lado, Andrea Chavarría recuerda sus primeros compromisos y comenta que lo más complicado cuando se comienza en el arbitraje es la presión que hacen las personas desde fuera de la cancha, los jugadores que se quieren pasar de listos, sumado a que “uno apenas está aprendiendo y no sabe bien cómo ubicarse, cómo poner el banderín, y en ocasiones ni por dónde correr”.
Luz Mery, Andrea y Eliana no solo comparten esta profesión, por el contrario la posibilidad de encontrarse en las canchas les ha permitido fortalecer una amistad que surgió por el simple de interés de hacer el curso de árbitro.