Bajo los tres palos, mantiene un cerrojo, pero también sale jugando cuando el marcador es adverso. Así logró, con un remate desde mitad de cancha, un gol que fue el primer impulso para remontar el partido por el tercer puesto en el Babyfútbol Sala Gatorade.
Foto: Emmanuel Rivera
Por: Liseth Camila Durango
A sus 13 años, Johan Steven Conejo Torres se ha destacado en la portería con dobles atajadas, saliendo a jugar y también por sus remates, logrando aportar en 3 goles para su equipo Funza F.C. en esta participación del Festival de Festivales. Johan ha heredado de su familia no solo el amor por el arco, ya que su padre, tíos y algunos primos también practican esta posición, sino también el talento y la disciplina necesarios para destacar bajo los tres palos en el Babyfútbol Sala Gatorade.
Desde hace 2 años, el portero decidió practicar fútbol, entrenando 2 veces a la semana demostrando que el esfuerzo y la dedicación son las claves para alcanzar sus metas. Aunque su principal enfoque ha sido el fútbol, hace un año decidió practicar también fútbol sala, una disciplina que le ha ayudado a perfeccionar su pegada y el manejo del balón, aspectos esenciales para un arquero en la actualidad. No se conforma con ser un guardián limitado a las atajadas. Su habilidad para jugar con los pies, también lo hace brillar, y en el Babyfútbol Sala dejó huella con una actuación inolvidable.
En el Festival de Festivales, Funza logró un tercer lugar gracias, en parte, a su desempeño. Johan no solo defendió el arco con esfuerzo y valentía, sino que también contribuyó ofensivamente con un gol, una asistencia y varias atajadas cruciales que marcaron la diferencia.
El gol que anotó lo dedicó con emoción a sus padres, María Torres e Isaías Conejo, quienes desde las gradas lo apoyaron orgullosos. Ahora Johan en su mirada, refleja el hambre de triunfo, y en su corazón late el sueño de ser un referente en el arco, llevando el nombre de su familia a lo más alto del fútbol nacional.
