Foto: Dairo Andrés Pérez Pabón
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
En el centro deportivo Alejandro Falla, en Llanogrande, un pequeño gigante del tenis escribe su historia. Juan Pablo Muñoz Ospina, a sus 8 años, ha encontrado en este deporte no solo una pasión, sino un espacio para demostrar que la edad no es un límite para alcanzar grandes victorias. Desde que conoció el deporte blanco, no ha dejado de enamorarse de cada saque, cada golpe y cada desafío en la cancha, como los que vive en el Festival de Festivales 2025.
Juan Pablo es imparable. En la novena edición del Babytenis de Campo, ha disputado 4 partidos, y en los 4 salió vencedor con marcadores perfectos. Aunque lo describe como “todo difícil”, sus resultados hablan de su entrega y esfuerzo. Cada punto ganado es una celebración y un paso más hacia su objetivo final: ser campeón.
Para este joven prodigio, el tenis es un deporte familiar. Dedica cada punto a sus padres, Juan David y Andrea, quienes son su mayor apoyo y motivación. Ellos lo acompañan en cada entrenamiento y competencia, siendo testigos de cómo su hijo se transforma en un jugador incansable y determinado.
Su jugador favorito y referente es Novak Djokovic. Él admira su técnica, su disciplina, y la mentalidad de campeón que lo ha llevado a ser uno de los más grandes de todos los tiempos. Inspirado por el tenista serbio, sueña con imitar su estilo de juego y alcanzar la misma altura en el tenis profesional.
Con su talento y dedicación, Juan Pablo está construyendo los cimientos de un futuro brillante en el tenis. Cada golpe de su raqueta resuena con la fuerza de un campeón en formación, listo para conquistar la cancha y los sueños que lo esperan.