Por: Karina Arango
Tenía tan solo cinco años de edad cuando Juanita Hernández tocó por primera vez un balón de voleibol. Tras la influencia de sus padres, John Jairo y Mónica, esta voleibolista de 12 años de edad practica el deporte con el que quiere hacer historia y dejar plasmado su nombre en el voleibol colombiano.
Sus inicios fueron en Envigado, pero ahora hace parte de Sababolley de Sabaneta en el Babyvoleibol, donde juega hace años. La influencia de John y Mónica sobre Juanita en el ámbito deportivo es total: “mi mamá siempre me inculcó la práctica de un deporte, no importara cuál fuera, pero que lo practicara. Deporte al máximo siempre. El mensaje insistente de ellos ha sido que debo ser alegre, disciplinada, respetar la cancha y los jugadores”.
“Entrenar en Sabavolley es una locura, el entrenador nos enseña a ser disciplinadas y a amar la camiseta”. Por su parte, Wilson Gil, quien cumple las funciones de direccionador, asegura que “es una niña que aparte de tener los genes deportivos, es destacada, le gustan los retos y es la alegría del grupo, es la que más habla, la que más anima. Estoy seguro de que ella va a ser una de las llamadas a representar al departamento”. Por su estatura, de 1.71 metros, Juanita logra hacerse distinguir, especialmente en el ataque y el bloqueo.
El deporte siempre ha rodeado a Juanita ya que su padre es el preparador físico del Envigado FC, su madre fue Selección Antioquia y Colombia de voleibol y alcanzó a participar en el Mundial disputado en Perú con tal solo 17 años de edad. Mónica es ahora entrenadora de esta disciplina y profesora de educación física en el Colegio Colombo Británico. Como madre, el orgullo le brota por los poros: “Admiro mucho la pasión con la que está asumiendo el pertenecer a un equipo, le valoro mucho su compromiso, porque ser la hija de una persona que ya ha sido selección no es fácil, trae mucha presión. Juanita me dice, ‘mamá, no quiero que me sigan reconociendo por ser tu hija, yo quiero escribir mi propia historia’ y nosotros estamos dándolo todo para que así sea”.
Pronto veremos a Juanita brillar en Estados Unidos, porque es su sueño y quiere lograrlo por medio de una beca deportiva al graduarse como bachiller.