Autora: Jessica Cano Rojas
Fotografía: Andrés Ángel
El Club Pirañas llega desde San Rafael a participar este año, por primera vez, en el Festival de BMX. José Alejandro Jaramillo, fundador, director y entrenador del equipo, siente una gran pasión por este deporte, tanto que le ha alcanzado hasta para crear un Club de BMX en cada municipio donde el también médico llega a dirigir el hospital… Guadalupe, Amalfi y Pueblo Rico por mencionar, cual marinero que deja un amor en cada puerto donde va.
El club comenzó hace un año y tiene hasta ahora 140 niños entrenando, de los cuales 36 están hospedados en la casa del entrenador en Medellín para poder participar. José Alejandro cuenta, mientras anota en su cuaderno las posiciones de sus pupilos en competencia, que cuando él llegó al municipio un día vio unos niños montando bicicleta en la calle y les dijo que si querían entrenar. Algunos dijeron que sí. La primera vez llegaron 3, luego 18 y cada vez fue aumentando el número hasta llegar a la cantidad actual. 140 niños entrenan en San Rafael sin pista, en el coliseo de baloncesto.
Mientras transcurre la primera jornada en el Festival se van anunciando los puestos de llegada de los corredores. Club Pirañas va ocupando los terceros y cuartos puestos. Así, entrenando en suelos planos, estos niños han aprendido velocidad y fuerza. “Ha sido difícil en el momento de enseñarles técnica porque no contamos con el escenario, pero eso no ha sido un impedimento para que los niños compitan” comenta José.
Con el tiempo, este entrenador ha conseguido 40 bicicletas para prestarlas en los entrenamientos a los niños que no tienen la posibilidad de tener una propia, además el Club ha recibido apoyo de deportistas profesionales que les han patrocinado con uniformes e implementos deportivos.
Mientras habla del club y los logros que han obtenido, se acerca una de sus niñas y se queda, tímidamente, a un lado de él en la conversación. “Esto para mí ha sido una labor social, un proceso formativo, lúdico y recreativo, el deporte me ha permitido rescatar a muchos niños de las realidades sociales” y es que para muchos, José se ha convertido en su familia, como la pequeña visitante que lo acompaña mientras escucha.