Por: Alexander Herrera Gil
“Hemos hecho un gran esfuerzo recogiendo los fondos para venir con el equipo al Ponyfútbol. Hicimos desayunos y cenas para venderlos en un restaurante, realizamos una rifa de la camiseta firmada por Cristiano Ronaldo y hasta unos jugadores profesionales nos donaron los uniformes de presentación” expresa Paola Andrea González, mamá de Cristóbal Granada, jugador de la camiseta número 10 de los Estados Unidos.
No solo para los padres ha sido el compromiso. Para los 18 jugadores que conforman el equipo estadounidense, en su primera participación, también ha sido un reto el poder estar acá.
En los países del norte de América, la época escolar inicia en Septiembre, motivo por el cual, muchos de los niños realizaron trabajos escolares anticipados desde sus casas, para que les permitieran viajar. Otros jugadores, desde Medellín, usan los momentos de descanso del Festival para enviar las tareas académicas a sus respectivas escuelas.
En la misma tónica del sacrificio, el entrenador Néstor Cortina, comenta “Hasta yo pedí permiso para poder venir porque soy profesor en una escuela. “ Además, el equipo completo solo tiene 20 días de entrenamiento, y les tocó realizarlos en canchas muy pequeñas y cubiertas, por culpa de la nieve.
A pesar de todas esas dificultades, los deportistas, entrenadores, padres de familia y demás acompañantes del equipo norteamericano brillan con su alegría, entusiasmo, amabilidad características de su “sangre latina” en esta sexta versión de Festival de Festivales.