Nicolás tuvo su revancha en el Babyatletismo

Foto Donaldo Zuluaga

Por Sebastián Arboleda Rodríguez

Nicolás Atehortúa es un niño de Medellín que desde muy pequeño se ha interesado por la velocidad y la adrenalina que ofrece el atletismo. Es por eso mismo, que se siente muy feliz de estar en su segundo Babyatletismo Inder Medellín de manera consecutiva, donde está convencido que mejorará todo su rendimiento en comparación al año anterior. Su pasión es la pista, compitiendo en los 60 metros y 600 metros planos.

Desde los cinco años descubrió su amor por el atletismo y desde allí no se ha separado de él. Inició en su colegio, Los Alcázares y aún representa los colores de su institución. Nicolás piensa que le ha ido muy bien en la presente edición, a comparación del año pasado donde fue autocrítico consigo mismo y reconoció que no tuvo las mejores presentaciones. Pese al mal momento, ´Nico´ nunca bajó los brazos y siguió corriendo por su sueño, donde en este Festival pudo encontrar la meta.

Alcanzó la medalla de bronce en los 600 metros planos, y entre respiraciones alcanzadas declaró estar muy feliz por su actuación, contando que le faltó rematar antes, pero que igual todo fue positivo. Su entrenador ha sido pieza clave en su motivación, que siempre le dice que no importa el resultado siempre y cuando haya dado todo en la pista. Es por eso que Nicolás se siente gratificado y manifestó que se irá para su casa con una sonrisa en su rostro.

Finalmente, el pequeño velocista volvió a centrarse en sus objetivos a corto plazo: ganar el año escolar y seguir entrenando para poder ser ganador en una competición nacional. Su sueño es ser atleta profesional y poder “llenar los zapatos” de su gran referente, Usain Bolt. Nicolás es un disciplinado joven que seguirá entrenando duro y con mucha constancia para cumplir todas sus aspiraciones.