Fotografía: Santiago Mejía
Por: Santiago Mejía Álvarez
Sebastián Herrera es el director técnico de Itagüí, el mismo club donde ataja su hijo Jerónimo. A pesar de su cercanía familiar, en las instalaciones del Club Comfenalco Guayabal, donde se juega el séptimo Festival Baby Fútbol de Salón, siempre se trataron como dirigente y dirigido.
Aunque el conjunto itagüisense ya se despidió del torneo, para el joven guardameta fue una experiencia inolvidable, debido a que en los tres compromisos en los que participó demostró sus cualidades más representativas: liderazgo, pasión y gratitud. Para el deportista de 11 años es un privilegio tener a su padre en el banquillo, agregando que la buena relación con su progenitor es gracias a esta disciplina deportiva.
Para Sebastián, su hijo, como jugador, es uno más en el plantel, y no cuenta con ningún privilegio sobre sus otros dirigidos. Para el entrenador es totalmente normal tener a Jerónimo en el campo de juego, agregando que desde el pitazo inicial se le olvidan sus lazos familiares con su arquero.
Los consejos, sugerencias y retroalimentaciones se dan cuando ambos se encuentran en el hogar, donde aprovechan para escucharse uno al otro y reconocer sus aciertos, faltas y decisiones. Ambos admiten que aprenden cada día del otro, agradecidos por lograr que ambos le dedican sus vidas al balompié.
*. Historia de vida Indeportes Antioquia