Sara Rodríguez: una raqueta y un sueño que no se rinde

10 enero, 2025

Desde que encontró una raqueta entre las cosas de su casa, ella descubrió el deporte que cambiaría su vida. Hoy, con 11 años y en el Festival de Festivales, demuestra que cada punto es una oportunidad para seguir creciendo.

Foto: Dairo Andrés Pérez Pabón

Por: Dairo Andrés Pérez Pabón

A los 3 años, Sara Rodríguez comenzó a explorar en diferentes deportes, pero fue una raqueta olvidada de su padre, Benjamín Andrés, la que despertó su pasión por el tenis. Desde ese momento, este deporte se convirtió en su gran amor, marcando el inicio de una travesía llena de retos y aprendizajes.

Lo que más disfruta Sara son los torneos como el Babytenis de Campo Gatorade, donde la disciplina y constancia que ha desarrollado se ponen a prueba. Sin embargo, no todo ha sido sencillo. Una pausa en el tenis durante su tiempo en Estados Unidos representó uno de sus mayores desafíos: al regresar, muchas de las niñas a las que vencía con facilidad se habían convertido en rivales más fuertes. Esto la motivó a esforzarse aún más para recuperar su nivel competitivo.

Su golpe de derecha y la volea son sus grandes fortalezas, y cada punto que juega lo vive con una alegría especial, sintiendo que es una nueva oportunidad de mejora. Inspirada por su referente, María Sharápova, Sara sueña con alcanzar grandes escenarios en el tenis, mientras su entusiasmo y compromiso con el deporte la empujan hacia adelante.

Fuera de la cancha, Sara demuestra que su verdadero talento está en su perseverancia. Cada entrenamiento y cada torneo son pasos hacia una versión más fuerte de sí misma, confirmando que el éxito no se mide solo en victorias, sino en la capacidad de levantarse y seguir adelante.