Por Mónica Ospina Gómez
Los padres de Sara Sofía Yepes Santamaría no saben porque a su hija le dio por jugar fútbol, pues a ellos no les gusta y a su hermano mayor menos, pero la jugadora número 3 de Florencia decidió practicar este deporte porque se dio cuenta de sus habilidades en las recochas que jugaba con sus amigos de la cuadra.
Hace un año se unió al grupo que lidera el entrenador Alejandro Posada y en compañía del equipo ha demostrado a sus padres con talento que tiene cualidades para sobresalir en este deporte, por lo cual ellos accedieron a darle permiso para prepararse y asistir a las competencias.
Durante los compromisos su entrenador da instrucciones en voz alta a las jugadoras en el campo, pero es muy fácil saber si Sara Sofía está en el campo, pues cuando lo hace es su nombre el que más veces se escucha, situación que no la incómoda porque “es mejor que lo corrijan a uno y así no comete tantos errores y le ayuda al equipo. Las indicaciones son normales en el juego”.
Tampoco le molesta que la llamen por su nombre completo, se ha acostumbrado porque en su equipo hay cinco Saras en los entrenamientos y debían encontrar una forma eficiente de diferenciarlas. Incluso en su casa, su mamá le dice Sara y su papá Sofía.