Por: Laura Bayer Yepes
Practicar deporte desde que estamos jóvenes crea un hábito saludable que nos permitirá crecer con bienestar y lejos de las enfermedades. Pero un aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de entrenar es tomar las precauciones necesarias para prevenir lesiones causadas por el sol.
Nuestro cuerpo está diseñado para aprovechar los beneficios de la luz solar, como la vitamina D que es necesaria para que nuestros huesos funcionen. Pero recibirla en exceso no solamente puede quemarnos, también hace que la piel envejezca más rápido e incluso, pueda desarrollar cáncer.
Esto se debe a que la luz del sol llega a la Tierra con unos rayos conocidos como ultravioletas (UV). Estos rayos se dividen en dos: los UVA y los UVB. Los primeros invaden tu piel y alteran sus procesos de crecimiento. Los segundos pueden ser molestos porque son los responsables de las quemaduras en las que la piel se pela después de un tiempo.
El bloqueador es indispensable en todos tus entrenamientos, aún en los días nublados, debido a que te protege de todos los rayos ultravioleta. Aplícalo media hora antes de salir a entrenar y refuérzalo con un poco más cada dos horas.
La vestimenta adecuada también te protege del sol, las prendas de elastano (lycra) de mangas largas son una buena idea. Recuerda que tus ojos también pueden verse afectados, usa lentes que indiquen la protección contra los rayos UVA y UVB.
Atender estas recomendaciones te permitirá practicar tu disciplina de manera segura y por mucho tiempo más. Imagina perder la flexibilidad en tus brazos siendo arquero o tenista por haber entrenado de camisilla y sin bloqueador.
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