Un prodigio del judo en acción

Foto: Carlos Miguel Tangarife

Por: Melissa Gualdrón Cañizares

El pequeño de 12 años nació para el judo. Con gran velocidad y decisión se enfrentó a sus rivales en el Festival de Babyjudo Inder Medellín y los derrotó en un abrir y cerrar de ojos. Los agarres firmes, la resistencia aeróbica, pero sobre todo la inteligencia a la hora de actuar, hacen que los combates de Juan Andrés Espinosa Gómez sean todo un espectáculo.

“Uno tiene que analizar mucho al rival, conocer sus técnicas y saber cuándo aplicarlas, porque si usted aplica una técnica en un mal momento el rival se aprovecha de esa situación, lo puede devolver y hacer que pierda el combate”, dice el judoca. Considera que lo más valioso de las competencias es que aprende mucho, que observando a sus compañeros y a los competidores de las otras delegaciones puede encontrar nuevas ideas para entrenar: “a mí me gusta mucho ver cómo es el judo de los demás y aprender de mis errores para mejorar mi propio judo”.

En los combates de Juan hubo un común denominador… sus rivales salieron adoloridos. En los deportes de combate esta situación se presenta frecuentemente, y está en cada deportista aprender a afrontarla. Juan sabe que al momento de salir al combate ambos están dispuestos a que pase algo como eso, pero es muy consciente de la importancia de acercarse a su oponente después del enfrentamiento, de hablar con él, mostrar respeto y entablar una amistad.

Para este representante de la delegación de Itagüí, llegar a ser selección nacional es su gran sueño, al igual que seguir aprendiendo y creciendo. Además, que el deporte le permita vivir muchas experiencias inolvidables como el Festival de Babyjudo Inder Medellín y hacer amigos que compartan su pasión.