Una apasionada por la adrenalina
17 enero, 2024El Club El Rodeo se ha convertido en la segunda casa de Violeta, una tenista que no solo domina la raqueta sino los caballos y la pista de atletismo.
El Club El Rodeo se ha convertido en la segunda casa de Violeta, una tenista que no solo domina la raqueta sino los caballos y la pista de atletismo.
Foto: Daniel Gallo
Por: Sara Gil Martínez
Su amor por el tenis empezó como un sentimiento amargo pues a Violeta no le llamaba tanto la atención el juego con la raqueta, especialmente porque no era muy conocido para ella y, al ser nueva en el club, le costaba socializar con los otros niños y niñas.
Su pasión en ese entonces era la equitación, pues en un viaje a Santa Marta con su familia, la única manera de hacer un recorrido era en caballo. Según Violeta Padilla, una vez se bajó del caballo se dio cuenta que lo que más deseaba era volver a montar y aprender todo sobre la equitación. Su parte favorita es saltar con el caballo y aunque sabe que es arriesgado por lo peligrosos que son los saltos, le encanta la adrenalina que le produce.
Sin embargo, lo que no sabía era que el tenis llegaría a darle una emoción aún más grande. Su mamá fue la que le insistió entrar y así fue como ingresó al club El Rodeo donde también práctica equitación cuando puede.
Ahora, la equitación para Violeta es como un hobbie, pues su verdadera pasión la encontró en el llamado “deporte blanco”. Aunque ama los caballos y monta cada que tiene la posibilidad, Violeta asegura que la pasión y adrenalina que da el tenis no la iguala nada. La duración de los partidos es lo que más disfruta, pues afirma que en equitación la competencia puede durar unos pocos minutos mientras que en un partido se la goza jugando hasta por 3 horas.
Un dato curioso de Violeta es que es muy rápida y esto lo aprovecha para el atletismo, otra disciplina a la que le puso la ficha. A pesar de que actualmente no compite en el deporte base, su aspiración es ingresar a los juegos nacionales del Colegio Alemán donde estudia o a los juegos Humboldt.