Por: Alejandro Rave Franco
Todos los días Jhonny Alexander Zuleta recorre cerca de 4 kilómetros a pie desde su casa en la vereda La Arenera hasta la cabecera municipal del municipio de Támesis, a donde va a entrenar fútbol, presta sus servicios como acólito en la iglesia principal y acompaña a su papá a vender el café, producto de la siembra en la finca en donde viven.
Jhonny representa al equipo masculino de Támesis en el Babyfútbol, juega como defensa, es el capitán y se define como un polifacético a la hora de no dejar avanzar el ataque rival: “Me muevo en toda la zona defensiva, juego en los laterales, de centro y a veces de volante, me gusta subir en los tiros de esquina y buscar el gol de cabeza” añade el chico que ve en Sergio Ramos el modelo de jugador profesional que quiere ser algún día.
Pero lo de este pequeño tamesino no solo es reventar los balones desde la defensa. Su tiempo también lo ocupa ayudando a su papá en la finca en donde viven, conoce bien de cómo y cuándo cosechar el grano de café, su proceso después de la recolección hasta acompañar su venta final. “Yo disfruto de ayudar con el café a mis papás, me gusta mucho la tradición que hay en la región con ese tema y a la vez me recompensan por la colaboración”.
Aunque Jhonny reparte su tiempo entre el fútbol, la escuela y la colaboración a sus papás, él tiene claro que hay algo a lo que siempre debe dedicarle tiempo y que, afirma, es a lo que le debe lo bueno que hay en su vida: “En la iglesia me dicen que no abandone mis sueños, que luche por lo que me gusta, pero que siempre me entregue a las manos de Dios”, comenta Jhonny, un fervoroso de la oración antes de pisar la cancha.
Los padres del niño lo apoyan en lo que él quiera ser y “me dicen que si quiero ser futbolista debo esforzarme bastante, y si no es el fútbol, siempre sus brazos estarán abiertos para ayudarme”, expresa con alegría mientras espera que en el Babyfútbol sea el comienzo de una carrera deportiva que lo lleve a la profesional con su lema “de la mano de Dios”.
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