Por: José Alejandro Calderón
Fotografía: René Tobón
Sara Luna Rendón tiene 9 años y hace cuatro comenzó a practicar tenis de campo. Al momento, ha participado en las 2 ediciones del Festival de esa disciplina organizado por la Corporación Deportiva Los Paisitas. El año anterior fue segunda en dobles, y para la edición 2017 alcanzó el doblete, campeona en sencillos y dobles en la categoría 10 años.
También juega fútbol y monta bicicleta, pero el tenis es su deporte. Entrena nueve horas a la semana y se esfuerza para participar en la mayor cantidad de competencias que pueda: rankings departamentales, Departamentales Escolares, el Torneo Nacional Chiquitines y los torneos organizados por la Liga Antioqueña de Tenis de Campo y, por supuesto, el Festival de Festivales.
Desde el 2016 se puso la meta de conseguir el doblete en la fiesta del deporte infantil, se preparó con empeño y rigor. “Es muy emocionante ver que se esfuerza y que cada vez da más y más y que en el proceso se ven los resultados, eso es muy satisfactorio para uno, que siempre está ahí al lado de ella” cuenta Marcela Urrea, su madre.
En la cacha sus gestos demuestran una concentración absoluta, la mirada fija en la bola, su rostro casi inalterable, de vez en cuando irrumpe con un ¡Sí se puede! o un ¡vamos! Su actitud en cada juego es coherente con su concepción del tenis, le gusta porque es un deporte tranquilo. Su golpe de volea es su mayor fortaleza, la precisión y la potencia del impacto sobre la bola son sobresalientes para una niña de su edad.
Sara Luna se marcó un objetivo y lo logró. Algún día espera llegar a ser una tenista profesional y ser la número 1 del ranking de la WTA, como Angelique Kerber, su mayor referente. Por ahora, esboza una sonrisa mientras sube al podio y recibe su anhelado premio.