Por: Manuel Osorio Villa
Es una de las niñas con más baja estatura del Babyvoleibol, categoría Benjamín. María José Cañas, una niña extrovertida, alegre y que, además, es la que se inventa cada coreografía de su equipo cuando se gana un punto. A pesar de no alcanzar a bloquear los tiros de sus rivales, ella se levanta y salta con todas sus fuerzas, con la ilusión de llegar a cada balón enviado por sus contrincantes.
Tiene tan solo 7 años, es su primera participación en el Festival de Festivales, juega para el equipo SiderVoley de La Estrella y nos expresó que su amor por el deporte nació por su padre, Daniel Cañas, quién toda su vida jugó fútbol y baloncesto aficionado, la llevaba cada sábado o domingo al Polideportivo de Bello, lugar donde reside y le inculcó la pasión por practicar algún deporte, aprender y mantenerse en forma.
En la segunda jornada de competencias en el Yesid Santos del Babyvoleibol, María José dice que “este es el segundo día que venimos al coliseo y hemos jugado cuatro partidos, nos ha ido más o menos bien, pero perdimos los cuatro partidos. El entrenador nos regaña mucho, pero mi papá me dice que es normal porque quiere que nos vaya bien y que le tenemos que poner más cuidado”.
Una de las virtudes de María José es que tiene un excelente saque, pero según su entrenador, el problema es que a veces es muy distraída. La niña está en una etapa de formación, es normal que suceda, pero ella salta con tantas ganas al disputar cada pelota, que parece que soñara con volar y dar un clavado fulminante a sus rivales.