Por: Alexander Herrera Gil
“¡Vamos, vamos, Urabá!”, grita Carmen Tulia Murillo Valencia desde la tribuna, mientras graba con su Tablet el partido que su equipo juega contra Garzón Huila.
Ubicada en el costado sur de la tribuna de la cancha Marte 1, la nacida en Apartadó ve el partido de pie, mientras en cada jugada del partido muestra su emoción por estar en el 6to. Festival de Festivales. Cuando su equipo, Urabá se Siente, ataca, aplaude, salta y sonríe. Pero, cuando es el rival quien lo hace, aprieta sus dientes contras sus labios como quien desea que en su portería no entren goles.
Vestida con una falda larga de color verde azul, una camiseta negra, unas trenzas características de su raza negra, Carmen Tulia no deja de alentar a su querido Breiner Alexander Maya Palacio, jugador con la camisa número 10, y quien para ella, es el “James” urabeño. Mientras toma Pony Malta para refrescar su garganta comenta el partido con sus compañeros de barra.
Urabá se Siente marca el primer gol. Carmen no lo celebra porque Breiner está fuera del campo por un choque con un rival. Sus ojos solo se dirigen a su pequeño, para saber que todo anda bien.
Situación contraria con el segundo gol. Toda su emoción la refleja entre saltos, gritos de alegría y abrazos con sus amigos. Urabá se Siente vence 2 por 0 a Garzón Huila. Todo parece que va hacer una victoria contundente.
Pero, la vida tiene sus sorpresas y en el fútbol sí que las tiene. Garzón Huila hace el primer gol. Pasan los minutos, y ya casi es el final del partido. Una desconcentración del equipo urabeño permite el empate del cuadro opita. Carmen no lo puede creer.
El árbitro pita el final del partido. Los equipos se despiden en el medio del campo. Carmen toma de su Pony Malta de nuevo. Y mientras sonríe, aplaude a los “pequeños” jugadores por lo mostrado en la cancha. Por estos días los “grandes son pequeños” mientras disfrutan del 32° Pony masculino, sino que le pregunte a Carmen Tulia.
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