Del Babybéisbol, un ‘home run’ directo a Venezuela

13 enero, 2025

Pensar en el equipo es esencial para lograr buenos resultados. Cleiver sabe que debe batear para que sus compañeros logren carreras, no para ser en centro de atención.

Foto: Camilo Ramírez

Por: Diego Vega

Bases llenas, corredores con ganas de robar base. El pitcher con la necesidad de ponchar, sabe que ese bateo puede ser el que liquide el compromiso. Segundo strike y última oportunidad para que Cleiver Pérez pueda ayudar a que sus compañeros hagan una carrera. Golpea 3 veces el piso, respira, se prepara y como si viera la bola en cámara lenta la golpea con la fuerza de sus compatriotas venezolanos. Una carrera, 2 carreras, 3 carreras y con él, 4 carreras, el famoso “Gran Slam”. Celebración total con su equipo Yankees, de Bogotá, quien liquidó el partido en la sexta y última entrada.

“Siempre pensé en un contacto porque si pienso en home run me puedo ponchar”, expresó con tranquilidad, sabe que si piensa en el contacto y en ayudar a sus compañeros antes de lucirse él, las cosas le saldrán bien y así fue hoy.

Cleiver vive en Cartagena pero es del estado de Sucre, en Venezuela. Desde pequeño estuvo acompañado de un bate porque su papá fue beisbolista profesional de los Leones de Caracas. Fue a los 3 años cuando inició a entrenar, de a poco iba cogiendo resistencia y fuerza en los brazos. La primera vez que cogió un bate hizo un doble hit y la adrenalina se apoderó de su cuerpo, a tal punto de no querer dejar de batear hasta llegar a ser profesional en las Grandes Ligas.

Hacer rollings, robar bases y batear con fortaleza siempre estuvo dentro de él y ahora busca demostrarlo en Colombia, donde vive hace más de 7 años. Nunca dejó de jugar béisbol, es el deporte que lo hace feliz y no podía cambiarlo por nada del mundo. Ahora, en el Festival de Festivales 2025 batea para ser campeón y dejar en alto a su estado y a todos sus compatriotas que han tenido que dejar su casa.