Por: Tatiana Gómez Quiceno
Fotografía por: Andrés Ángel
Lo que inició como un pasatiempo se convirtió para Luciana Acevedo Urrego en una verdadera ayuda. Desde que practica el ciclismo el asma que le había diagnosticado el médico empezó a mejorar. “Un día fui al hospital y me dijeron que sufría de asma, me dejaron hospitalizada, pero desde que monto bici no me enfermo”, dice ella.
Viene desde el municipio de Amagá, en representación del Club Mineros, y para quienes la admiran por la dedicación y la gran capacidad de superación “Luciana ha evolucionado mucho, el proceso que ha tenido es ejemplar”, según expresa Mirelia Pareja, su entrenadora. Para Luciana sus instructores han sido clave en su etapa como deportista, pero también han sido importantes en su proceso de recuperación.
El apoyo más grande es su mamá, Floralba Urrego, quien la acompaña a cada jornada de entrenamiento. “Estoy feliz, mi casa ya no parece una farmacia, ahora es una niña muy aliviada, estoy muy agradecida con el Club y sus entrenadores”, asegura.
Su sueño está en los escenarios deportivos y artísticos, quiere triunfar sobre las ruedas, pero también sobre las tablas: “mi sueño es estudiar teatro pero no quiero dejar el ciclismo”, manifiesta Luciana.