Por: Alejandro Rave Franco
Una de las jugadoras del Babyfútbol femenino es Ana María Guzmán, delantera del equipo de Dosquebradas, conjunto que superó con goleada 8-0 a Barrio Gaitán de Carepa, juego en el que Guzmán se reportó con tres tantos en el marcador y que la dejaron en la privilegiada posición de ser una de las mayores artilleras con cinco goles.
La pequeña rubia es oriunda del municipio de Mistrató, ubicado en el departamento de Risaralda, un pequeño pueblo en el que Ana María inició su gusto por el deporte: “Desde niña mis hermanos jugaban conmigo, ellos me enseñaron a patear el balón, a tocar y a hacer goles, gracias a ellos vieron mi talento con el balón y me mudé para Dosquebradas”, relata la pequeña quien cumple su segunda participación en la competencia.
Ana María es una amante de los animales. De hecho, aunque tiene el fútbol como una prioridad en su vida, no descarta el estudiar medicina veterinaria: “He salido con amigos a ayudar a los perritos de la calle, darles comida, bañarlos o buscarles hogar. Cuando sea grande me gustaría ayudar con los animalitos callejeros” dice Ana, quien tiene ese amor por los animales y la tranquilidad del campo desde que vivía en Mistrató.
El juego de Ana es rápido, siempre buscando el balón y con el arco rival marcado en su frente. Sin embargo, es tranquila mientras está en su mejor momento y digiere de la mejor forma su participación: “Hace un año estuve también jugando este festival y me dejó muchas enseñanzas, amigos y crecimiento profesional, que me sirven mucho para los partidos de esta nueva versión”.
Por ahora la goleadora de Dosquebradas se concentra en seguir aportando con goles a su equipo. Es consciente que de ella depende el cumplir con la promesa que hizo a sus padres: “jugar en profesional, llegar a un equipo grande como el París Saint Germain y que gracias al fútbol no le falte nada a mi familia”, dice con convicción Ana María.