El balón: un compañero en momentos de soledad

20 enero, 2023

Lucero perdió a sus padres cuando apenas era una pequeña niña y encontró en el balón su mejor refugio.

Foto Wilson Valencia

Por Manuel Jaramillo

A Lucero Forero Romero no le ha tocado fácil. A sus 13 años de edad ya ha pasado por muchas situaciones difíciles que la han marcado, pero también le han servido para forjar su carácter de guerrera dentro y fuera de la cancha.

Esta niña nació en Támara, Casanare, un municipio que está a dos horas de la ciudad de Yopal. En esta población vivió hasta sus cuatro años, edad en la que perdió a sus padres… este fue el primer golpe fuerte que le dio la vida.

Es aquí donde apareció doña Yuli Romero, tía con la que actualmente vive Lucero y su hermano. Luego de este lamentable suceso, Yuli fue quien se encargó de criar a estos dos pequeños y se los llevó a vivir con ella a Yopal, donde inició el amorío de esta deportista con el balón.

Desde los cinco años comenzó a jugar en una escuela de fútbol y aunque era la única mujer, nunca se sintió inferior a ellos. Por el contrario, entendió que el nivel de exigencia era mayor y se obligó a trabajar y a jugar a la par de sus compañeros: “era exigencia al máximo y uno tenía que entrarles duro porque sino lo mandaban a volar a uno” confiesa esta llanera.

Gracias a esta experiencia, Lucero se adaptó con facilidad a la categoría femenina, tanto así que con apenas 9 años tuvo la oportunidad de jugar su primer Babyfútbol Colanta en el Festival de Festivales. Pese a que era la menor del grupo nunca desentonó y asegura que se llevó uno de los mejores recuerdos en su historia con el fútbol.

Aunque su tía siempre la ha apoyado en todo, en lo económico no cuenta con la suficiente capacidad, razón por la que esta pequeña deportista comenzó a realizar rifas y a vender postres para poder seguir corriendo detrás del balón, su mejor compañero de vida

Todos estos sacrificios han tenido su recompensa, pues actualmente está disfrutando de su segundo Festival de Festivales, pero en esta ocasión jugando Fútbol sala con el equipo Bicentenario de Yopal. Lucero tiene claro que su deseo es ser jugadora profesional, sin embargo también cuenta que le gusta el estudio y que en un futuro se ve formándose para ser doctora… eso sí, el balón nunca lo dejará a un lado pues fue su mejor compañero en momentos de soledad.