“Él es chiquito, pero picoso, y con el bate, es peligroso”

11 enero, 2025

Los aficionados son una parte esencial en el Festival de Festivales con sus cánticos, entre esos, a Miguel Padrón siempre le arman una fiesta cuando es su turno de batear.

Foto: Paulina Betancur

Por: Tomás Hurtado Valencia

En los escenarios deportivos del Festival de Festivales podemos escuchar a menudo barras muy creativas en los aficionados de los equipos. Los acompañantes del equipo Potros, de Montería, armaron una algarabía en las gradas del Luis Alberto Villegas. Miguel Padrón es un pequeño que demuestra grandeza a la hora de coger el bate, y cada que se posiciona en la zona de bateo, sus aficionados arengan como locos en el Babybéisbol.

Con el cántico de “él es chiquito, pero picoso, y con el bate, es peligroso”, el pequeño de 10 años sale con una imponencia que lo hace ver gigante. Él es el más pequeño en edad y en estatura del equipo monteriano, pero cuenta con una confianza abismal a la hora de agarrar el bate y al plantarse al lado del home. Con una mirada fija y desafiante hacia el pitcher, este calidoso suele conectar todas las pelotas.

Miguel es hijo de Heidy Martínez, miembro de la junta directiva del equipo y quien junto a su esposo y varios padres de familia, crearon el club con un fin social. Ese fin, es reunir a los más grandes prodigios de la Perla de Sinú, que provengan de familias de bajos recursos, con la intención de alejarlos de los malos pasos y fomentar en ellos el deporte como una oportunidad para salir adelante.

Como lo dice la porra, el pequeño es “picoso” porque cuenta con mucha energía y un gran coraje, y cuando agarra el bate, es un peligro alarmante para sus rivales. Aunque chiquito, su aspiración es jugar en las Grandes Ligas para los Red Sox, de Boston, como su más grande ídolo Rafael Devers. Con su audacia, el pequeño junto a sus compañeros de Potros, quieren hacer historia en el Babybéisbol Gatorade.