El trabajo en silencio es la mejor respuesta

Por: Mateo Arroyave

Las críticas son una constante inevitable en la vida de los deportistas, pero John Fredy Arroyo Mena hizo caso omiso a sus detractores, y a la fecha es uno de los jugadores reflectores de la décimo sexta edición del Babyvoleibol Comfama.

Al adentrarse en el Coliseo de Yesid Santos en la mañana del 7 de enero, era inevitable no fijar la atención en el rematador medio del Club Banafrut. La notoria diferencia de estatura respecto a sus compañeros, y su eficacia en la recepción de los lanzamientos realizados por sus rivales, permitieron que los asistentes a la jornada inaugural se maravillaran con la capacidad técnica de John Fredy.

“Estar en el Festival es un logro. Me siento feliz de haber ganado el primer juego, porque el año pasado no pudimos ganar ni un partido; vamos a seguir dándolo todo en los demás”, declaró el jugador, de 10 años de edad, con una alegría y modestia que reflejan su deseo por hacer historia en el deporte creado en 1895.

Su alegría no solo es sinónimo de felicidad por haber salido victorioso en su debut. El poder demostrarles a los ojos del voleibol, que su reconocimiento no se debe solo por ser el hermano de Julián Mena, jugador de la Selección Antioquia de Voleibol, generaron en John Fredy la frescura y tranquilidad que solo produce la cosecha de la humildad, disciplina y trabajo duro.

“A él le gusta mucho el voleibol, pero estuvo retirado un tiempo por el control de su peso. Fue difícil volverlo a incluir por las críticas de sus mismos compañeros, pero al final lo convencimos y hoy está dando la cara por el municipio de Urabá”, recalcó Harold Sánchez Carrasco, entrenador del Club Banafrut, quien además lanzó este mensaje: “La invitación es a educar más a nuestros niños; estamos en un tiempo donde las burlas están muy presentes, así que hay que estar muy pendiente de eso en los colegios, en las casas y en los espacios deportivos”.