Si para el común de los niños que juegan al fútbol, uno de los sueños de sus vidas se hace realidad al llegar a la cancha Marte Uno en el marco del XXI Festival de Ponyfútbol, para Mateo Cobos, jugar ahí y en el diamante de béisbol Luis Alberto Villegas en el VI Festival de Babybéisbol de Edatel, como un representante de los dos deportes, eso no está escrito en ningún libro que le hable sobre la felicidad.
Porque, dice Mateo, “felicidad es lo que siento porque llegar a competir en ambos escenarios es muy difícil y cuesta mucho trabajo, no solo mío sino de mis compañeros de equipo”, quienes a propósito de su osadía comentan que “él en los dos deportes se defiende bien”.
Pero para Mateo, más que obtener un triunfo o una victoria jugando al fútbol o el béisbol o hablar de los porqués, lo que le importa realmente es “invertir el tiempo, porque no quiere ponerse a gaminiar”, explicando que muchos de los niños que conoce están inmersos en una realidad diferente que les da más de un dolor de cabeza a los papás.