Por: Alexander Herrera Gil
Juan Linares con su pinta hippie, pelo largo, barba, collares grandes, ropa colorida, mochila tejida, tatuajes en su brazo, es un padre de familia que cree que el deporte ayuda a unir las familias, a generar disciplina y a aportar a la construcción de vida de los jóvenes para alejarlos de cosas malas que no le ayudan para nada en su crecimiento personal.
“Para mi hija María Fernanda el jugar al fútbol le ha dado disciplina, levantarse temprano para ir estudiar, después de clases ir a entrenar, y llegar de nuevo a casa para realizar tareas… es una forma de enseñarle constancia y esfuerzo para lo que quiere en la vida” comenta con tranquilidad este padre, que aún mantiene su pinta sesentera heredada de sus padres.
María Fernanda es marcadora derecha y juega con el número 3 en el equipo de Pantanito de Bogotá, y aunque ella es hincha de Santa Fe y su padre del América, la niña expresa que lo más importante en el fútbol es que le permite disfrutar de la compañía y ánimo de sus seres queridos.