Por: Alejandro Rave Franco
Muchos de los hijos de exfutbolistas quieren seguir los pasos de sus papás, pero pocas veces se ve que hereden más allá del gusto por el deporte, la misma habilidad, la pierna hábil, la seriedad y el compromiso para jugar al fútbol. Así se ve Thomas Madera, la camisa número 10 del equipo de La Nubia en el Babyfútbol y el primogénito de Ormedis Madera, quien por muchos años jugó en el fútbol profesional en equipos como Envigado, Medellín, Pasto, Huila y Patriotas, entre otros.
Thomas juega como volante por la banda izquierda, por allí dribla y gambetea a su gusto, además de ser el responsable de las jugadas a balón parado, esto gracias a la buena pegada con su pierna izquierda: “Mi papá le pegaba muy bien al balón, creo que tengo esa misma virtud y trato de explotarla al máximo, como también los pases filtrados y abrir el juego por los extremos”, dice la joven promesa cuyo equipo ganó los 3 partidos de la fase de grupo logrando 9 de 9 puntos posibles.
Los primeros recuerdos de la infancia de Thomas se remiten al estar dentro de una cancha o desde una tribuna viendo jugar a su papá, quien lo apoya incondicionalmente en su carrera deportiva o en lo que él quiera hacer: “siempre me motiva y me dice que soy el mejor, que no me desespere, que si el fútbol no se da él siempre va estar para mí”, afirma este chico a quien también le gustaría estudiar arquitectura.
Pisar la Marte 1 fue un mar de sensaciones para Thomas… la ansiedad y la ilusión se apoderaron de él, quizás de la misma forma en la que su papá cuando pisó el Atanasio por primera vez, de esa misma manera se sueña el niño, siendo figura en el equipo verde y que el Atanasio coree su nombre.
