La danza como transmisor de felicidad
17 enero, 2024El bailarín disfruta de su participación en el Festival y guía a las más pequeñitas desde el amor.
El bailarín disfruta de su participación en el Festival y guía a las más pequeñitas desde el amor.
Foto: Paulina Betancur
Por: Melissa Gualdrón Cañizares
Con tan solo 12 años, pero con un extenso recorrido en la danza, Manuel Hernández Cuervo llegó al Festival de Festivales como competidor y entrenador. Representa al equipo Barrios Unidos de Belén Rincón, que compite en la modalidad de HipHop en el Babyporrismo Inder Medellín, y vestidos de rojo se llevaron todos los aplausos.
El niño dice que la danza le ha enseñado mucho sobre sí mismo, le ha permitido expresarse y encontrar su propia luz. Su estilo favorito es el whacking, muy ligado a la velocidad y precisión de los brazos: “cuando bailo puedo liberar toda la fuerza que tengo, son movimientos muy estilizados y limpios, pero hay que meterle toda la actitud. Me gusta reflejar la emoción que me da y que la gente disfrute de la danza”, contó.
Manuel, a su corta edad, es profesor de las más pequeñas de la academia, dirige los equipos Tiny y Mini y siente que las bailarinas son su mayor orgullo. “Me gusta que el trabajo que yo hago se vea reflejado en una buena presentación, quiero que las niñas estén muy felices y puedan expresarlo. Siento que cada cosa que les enseño la hacen muy bien y eso me hace muy feliz”, dijo respecto a esa importante labor.
Para él, la danza es una herramienta muy valiosa, quisiera seguir formándose como bailarín, conocer muchos estilos y marcar uno propio, como los grandes artistas a los que admira.