El levantamiento de pesas brinda nuevos hábitos, formación personal, actividad física y salud mental. El levantamiento de pesas cambia personas, mejora vidas y refuerza lazos sanguíneos como los de la familia Abreu en el Festival de Festivales.
Fotos: Diego Vega
Por: Diego Vega
En la sangre podemos encontrar glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y otras sustancias. En el caso de la familia Abreu, alrededor de los glóbulos hay un material diferente, mucho más potente, un material lleno de valores: el levantamiento de pesas. La familia Abreu está compuesta por 50 % envión y 50 % arranque. Ellos están destinados al deporte y sobre todo, están destinados a la fortaleza física y mental. Algo que demuestran en el Festival de Festivales.
Braslin Abreu (der.) e Ibrahim Abreu (izq.) son hermanos, llevan un año entrenando levantamiento de pesas y están agradecidos con sus padres por enseñarles lo bonito del deporte. Crecieron viéndolos con barras y discos pesados, crecieron rodeados de deportistas disciplinados, crecieron con magnesio en sus manos, crecieron enamorados de las pesas. Y fue hasta hace 1 año que este polvo se impregnó en sus manos para no desaparecer, para levantar la medalla de campeón, como lo hicieron en la primera edición del Babylevantamiento de Pesad del Festival de Festivales.
Braslin tiene 10 años y participó en hasta 36 kilogramos e Ibrahim tiene 13 y compitió en hasta 40 kilogramos. Con personalidad afrontaron la subida a la tarima. Respiración, concentración y a darle, a levantar su vida. Con cada levantamiento demostraba el entrenamiento, las ganas y la genética que tienen. Bandera blanca, gritos de alegría y cabeza en lo alto para aumentar el peso. Ambos se llevaron los aplausos de todo el recinto, ambos demostraron porque su cuerpo está ligado con la palabra “halterofilia” y por qué sueñan con representar a Colombia en los Juegos Olímpicos.
En la tribuna, sus ídolos los estaban viendo. Sus padres observaron su fuerza, sabiduría y tranquilidad mental; más orgullosos no podían estar. Sabían que el legado continuaría y que de la mano de una buena educación y un profesor ejemplar, llegarían más lejos que lo que ellos llegaron. A un lado de la tarima estaba el profesor Adolfo León Valencia, entrenador de los niños y maestro de su padre, Jhonatan Abreu, a quien vio formarse como deportista y levantar un subcampeonato Panamericano y un campeonato Suramericano. No hay mejor guía y mentor que el que inició con el legado, el que cultivó la formación deportiva, académica y humana en sus padres.
De la mano del profe Adolfo, Braslin, Ibrahim, sus 2 hermanos y sus padres, quieren quitar la mala imagen de las pesas y los señalamientos negativos que ha sufrido a lo largo de los años. Quieren que todos los niños hagan deporte, que conozcan el suyo, que alcen peso y que disfruten de los placeres que da el levantamiento de pesas.
