La enseñanza de Kenzi: disciplina y legado en cada combate

Foto: Emmanuel Rivera

Por: Emmanuel Rivera

Kenzi Hirairi Quintana es uno de los monitores de la Selección Palmira, que hace su debut en las competencias del Babyjudo. Su papel no solo es formar a los niños y niñas en la técnica del deporte, sino también transmitirles los valores que el judo le ha inculcado, tanto en lo deportivo como en la vida personal.

Su pasión por este arte marcial tiene raíces profundas. Su padre, Makoto Hirairi, de ascendencia japonesa, fue quien le presentó el mundo de las artes marciales en Cundinamarca hace 6 años. Makoto, un experto en karate con cinturón negro, quiso compartirle a su hijo una nueva disciplina: el judo. Fue en ese mismo lugar donde Kenzi también encontró un pilar en su vida, su madre, María del Carmen, quien siempre ha sido su apoyo incondicional.

Gracias a la guía de su padre y su dedicación, Kenzi fue escalando rápidamente en este deporte. En Cundinamarca, logró títulos importantes como campeón nacional, campeón panamericano y hace parte de los procesos de Selección Colombia en la ciudad de Bogotá, consolidándose con cinturón marrón.

Hoy, desde Palmira, su nuevo lugar de residencia, Kenzi se dedica a fortalecer el talento de los niños y niñas que hacen parte de la Selección, transmitiendo su experiencia como deportista, buscando inspirarlos a alcanzar grandes metas y mostrándoles que, con respeto, paciencia y esfuerzo, es posible conquistar cualquier sueño en este deporte lleno de disciplina y honor.