Foto: Wilson Valencia
Por: Liseth Camila Durango
Alannyd y Eiriannys Julio Laya son más que hermanas. Nacidas en Valencia, estado de Carabobo, Venezuela, son compañeras de sueños, rivales en el carácter y aliadas en el deporte. Mientras Alannyd, de 11 años, busca coronarse en el Babyfútbol Colanta en La Marte Uno; Eiriannys, de 13, se prepara para brillar en el Babyfútbol Sala que se disputa en el coliseo Tulio Ospina. Aunque en este Festival de Festivales 2025 no podrán apoyarse en persona debido a la coincidencia de horarios, sus mensajes de ánimo y el apoyo incondicional se mantienen presentes.
Alannyd es el torbellino del dúo. Intensa, inquieta y con un carácter fuerte, sueña con ser veterinaria y futbolista profesional. Su camino no ha sido fácil; una molestia en la rodilla no le permitía dar el 100 % en las competencias, pero gracias a su determinación y al apoyo de su equipo, Inder Bello, logró recuperarse y regresar para participar en el Babyfútbol.
Por otro lado, Eiriannys, tranquila y serena, combina el futsal con el voleibol, su verdadera pasión. Sueña con llegar a la Selección Antioquia de voleibol, por ello, destacó la importancia del deporte en su vida: “El deporte es una forma muy buena de crear amistades y te abre muchas oportunidades”, comentó.
Aunque sus personalidades contrastan, las Julio Laya comparten una complicidad que las fortalece. Practican juntas, se corrigen y se apoyan en cada paso. Su madre, Luz Marina, es su hincha número uno, animando desde la tribuna con gritos y arengas. Incluso, Eiriannys creó un cántico especial para Alannyd y su equipo, para que sienta que está allí cuando no puede acompañarla.
Con un padre colombiano y una madre venezolana, las hermanas han crecido en un hogar donde el deporte es el centro de todo. En familia practican voleibol, básquet y fútbol, compartiendo no solo torneos, sino también risas y momentos únicos. Las hermanas Julio no solo representan la pasión por el deporte, sino también la familia, la unión y el esfuerzo compartido. Con cada pase y cada jugada, demuestran que los sueños se construyen juntas, incluso desde caminos distintos.
Ambas vivirán momentos cruciales: Alannyd competirá en la Marte, mientras Eiriannys disputará su partido en el Tulio Ospina. Aunque no estarán físicamente juntas, los mensajes de aliento que cruzan por el celular serán su forma de acompañarse. “Me alegra mucho que ella esté cumpliendo todos sus logros y yo también. Estoy muy orgullosa de representar a Bello junto a mi hermana”, mencionó Eiriannys.