Valerie Hernández ha demostrado, en el Festival de Festivales 2025, que la verdadera competencia no solo está en la cancha, sino en superar las barreras personales y emocionales para alcanzar sus sueños en el voleibol.
Foto: Paulina Betancur
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
Valerie Hernández encontró su camino en el voleibol gracias a la inspiración de su prima Luciana Peña, quien le mostró la pasión y la dedicación que este deporte requiere. Representando al equipo ESCUMER, de Tuluá, Valle del Cauca, se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y compromiso.
Su mayor inspiración es Melissa Vargas, la destacada jugadora cubana, quien la motiva a dar lo mejor en cada partido. Lo que más disfruta del voleibol es el trabajo en equipo y la disciplina que ha moldeado su carácter. Sin embargo, su mayor desafío ha sido superar sus propios límites, especialmente en el aspecto mental, demostrando que la fortaleza interior es clave para el éxito.
Con lágrimas de felicidad y un toque de nostalgia, Valerie celebró el título de campeona en la categoría Mini del Babyvoleibol. La emoción se mezcló con la tristeza de ver cómo algunas de sus compañeras pasarán a nuevas categorías, pero eso no disminuye el orgullo de este logro compartido.
Valerie dedica esta victoria a su familia y a todas las personas que la han apoyado desde sus inicios, convirtiéndose en el motor que la impulsa a seguir creciendo y soñando en grande. Cada saque y remate es una prueba de que los sueños se alcanzan con esfuerzo, dedicación y el amor por el deporte.
