Foto: Emmanuel Rivera
Por: Emmanuel Rivera
Con solo 12 años, Luciana Perdomo, o como la llaman cariñosamente en su equipo: Luci, ha viajado desde El Carmen de Viboral para vivir su primera experiencia en el Babybaloncesto, representando al club Alfa, de Medellín. Este sueño no habría sido posible sin el incondicional apoyo de su hermana Katalina y su madre, quienes han estado a su lado en cada paso del camino.
Katalina no es solo su hermana, sino su mayor inspiración. Fue ella quien le abrió las puertas al mundo del baloncesto. Cuando ella jugaba, Luci aprovechaba cada oportunidad para tomar el balón y replicar los movimientos que veía, soñando con algún día seguir sus pasos. Finalmente, ese sueño tomó forma cuando decidió unirse a los entrenamientos en el Oriente antioqueño, dando inicio a un camino lleno de esfuerzo y dedicación.
Para Luci, Katalina es más que un ejemplo en la cancha; es su modelo a seguir en la vida. La admira profundamente por su talento no solo en el baloncesto, sino también en el canto, cualidades que han inspirado a la ’13’ del club alfa a dar lo mejor de sí misma en cada partido. Cada vez que entra a la cancha, su meta es clara: hacer que su hermana y su madre, quienes la apoyan desde las gradas con orgullo, se sientan felices de verla jugar.
La transición al Festival de Festivales no ha sido sencilla, pero el amor y el respaldo de su familia han sido fundamentales. Su madre ha sido un pilar constante, brindándole no solo apoyo logístico, sino también el aliento emocional necesario para enfrentar este desafío. Juntas, Luci, Katalina y su madre están construyendo un legado familiar en el baloncesto, compartiendo momentos inolvidables que fortalecen sus lazos.
Para Luci, este Festival de Festivales es solo la primera página de una historia que promete estar llena de triunfos, aprendizajes y, sobre todo, amor familiar.