Fotografía: Yeison Velásquez Hernández
Por: Yeison Velásquez Hernández
“Siempre he sido una niña muy guerrera, y a pesar de los dolores que pueda tener, uno no debe dejarse vencer de las adversidades, ni siquiera de una displasia”, dice con firmeza y convicción Érica Sofía Meneses Sánchez, jugadora del club Eagles, quien por primera vez está participando del Babyvoleibol.
Desde que era muy niña, Érica fue diagnosticada con displasia luxante de cadera, una alteración que hace que sus pies giren hacia adentro, ocasionado dolores y problemas para caminar, correr y saltar.
Pese a dicha enfermedad, esta voleibolista, representante del departamento del Cauca, se agiganta y es un ejemplo de superación para todo su equipo: “Mi hija es motivo de orgullo para nosotros y para sus compañeras porque encontró en el voleibol la mejor terapia para superar sus molestias físicas y actualmente juega de muy buena manera”, cuenta orgullosamente Astrid Viviana Sánchez, mamá de la deportista.
Érica ha convertido la displasia en todo un reto: lo ha combatido con el voleibol y en unos años espera estudiar medicina para ayudar a personas que sufran la misma enfermedad.